Seguramente usted acaba de registrar ahora mismo su nombre de dominio, ya ha pagado por su plan de web hosting, incluso ya ha subido su sitio web al servidor con los datos que le hemos proporcionado, pero... si ha gastado tanto tiempo en las anteriores tareas, ¿por qué no puede ver los resultados de su ardúo trabajo de inmediato? ¿Qué es eso de lo que habla el personal de soporte acerca de esa propagación de DNS?
Para poder entender el concepto de propagación de DNS, es necesario que pueda entender cómo funcionan los DNS (DomainName Servers, o Servidores de Nombres de Dominio).
Todo registro de un nombre de dominio posee la información de cuáles son los servidores DNS asociados a ese nombre de dominio. Los servidores DNS son los que se encargan de indicarle al navegador dónde están alojados los datos de la página web que estamos consultando
Cuando cualquier fuente externa quiere saber cómo encontrar su sitio web, primeramente va a acudir a la base de datos de registro para averiguar quién es el "authority DNS server" para su sitio web. Luego visitará ese servidor de DNS (el de su proveedor de alojamiento de servidores) para preguntarle cuál es la dirección IP de su nombre de dominio, y de esa forma su sitio web comenzará a ser visitado.
El problema con este sistema en su conjunto es que con el fin de acelerar el ritmo al cual los clientes pueden navegar por Internet, cada servidor de Internet almacena en caché (una tipo de memoria) los registros DNS que va conociendo y utilizando, para volver a ser reutilizados sin necesidad cada vez de averiguar la IP del servidor asociado a un dominio. Esto significa que hacen su propia copia de los registros "autoritarios", y es la que leen en vez de consultar en Internet cada vez que alguien quiere ver una página web. En realidad, esto acelera la navegación web un poco, por acelerar el tiempo de retorno que se necesita para un navegador web para solicitar una búsqueda de dominio y obtener una respuesta, y realmente a reduce la cantidad de tráfico en la red consiguiendo aumentar la capacidad de trabajar más rápido.
La desventaja de este escenario de caché y lo que hace que su web tarde tanto tiempo en ser visible para todos cuando registra un dominio o lo cambia de servidor, es que cada empresa o proveedor de Internet que almacena los registros de DNS sólo actualiza su caché cada 2-3 días. Esto no es que tenga que ser así, no es un estandar, y se puede establecer ese período de refresco con valores desde una hora hasta varios días. Precisamente al lento proceso de actualización de la caché de TODOS los servidores de internet (los que contienen registros de DNS) se llama propagación de DNS, ya que la información de los resgistros de DNS (vínculos entre nombres de dominio e IPs) realmente se propaga a través de todos los servidores DNS en la red pasándose de uno a otro la información. Cuando finalmente se completa, todo el mundo puede visitar su nueva página web. Dado que el tiempo de caché es diferente para todos los servidores, como se mencionó anteriormente, se puede tomar de 36 a 72 horas para los cambios de DNS para estar totalmente en vigor.
Durante ese período de 2-3 días, su sitio web se verá intermitentemente a lo largo del planeta, dependiendo de la ubicación física del visitante respecto la ubicación del "authority DNS server" del dominio. Y en el caso de migrar un dominio existente de un servidor a otro, el proceso es más lento que en el caso del registro de un nuevo dominio, en donde la propagación puede llevar fácilmente menos de 5 horas.